lunes, febrero 05, 2007

Precariedad


Algunas veces vuelo
y otras veces
me arrastro demasiado a ras del suelo…
Algunas madrugadas me desvelo
y ando como un gato en celo
patrullando la ciudad…
en busca de una gatita,
en esa hora maldita
en que los bares a punto están de cerrar,
cuando el alma necesita
un cuerpo que acariciar.


Era imperativo salir hoy, tenía ganas de correr para descargar mis tensiones emocionales, como acostumbro hacer en Santiago. Pero el frío me lo impidió. Entonces salí a patrullar la ciudad, y me encontré con el cine de Istres. Entré a ver Rocky Balboa, una mala película que tiene el legado de un mito, una serie de películas idénticas una de otra, pero que aún eriza los pelos cuando se escucha la música.

No era tan mala como para quedarse dormido, como sí me sucedió hace 6 años viendo “El placer de estar contigo” en el Normandie. Al menos fueron un par de minutos, una tarde después de una ardua jornada laboral, en una cita que terminaría… en una historia… una historia más.

Por estos lados, “el placer de estar contigo” es algo bien complejo, y si bien no me gusta generalizar, los franceses son personas notoriamente más frías que los chilenos. La barrera invisible se torna más gruesa porque no saben abrazar… sencillamente no lo hacen.

Hoy tuve ganas de abrazar a una francesa que en pocas frases me contó algo terrible de su vida, pero la impotencia de la barrera cultural no me lo permitió… tuve que tragarme la empatía, revolverla en el estómago y desear salir corriendo por no poder hacer más nada.

Y recordé a una amiga que le pasó algo similar… y recordé aquella que se llamaba como la de hoy, y que ocupaba sus días en hacer lo que ella pretende… y recordé el Paciente Inglés y la letra de su novela… y recordé lo efímero de la vida, y lo frágil de los lazos cuando no estás ni aquí ni allá… y cuando no hay abrazos.

Como quien viaja a lomo
de una yegua sombría
por la ciudad camino…
no preguntéis adónde.

Busco acaso un encuentro
que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas
que niegan lo que esconden. (J. Sabina)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Las chimeneas vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocres se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,
cruza por mi mirada un tren interminable,
el barrio donde habito no es ninguna pradera,
desolado paisaje de antenas y de cables.
Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.
Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte....


Un besito

Hitomi dijo...

Caballero en edad de merecer,
con un pelo de tonto, cuatro canas
el pasado resuelto y muchas ganas
ya sabe usted de qué....

Hitomi dijo...

Informal, ilustrado, manejable
más amigo de gatas que de perros.
Con dos ulceras y una inexplicable
mala salud de hierro...

Solicita con fines poco serios
señora aficionada al adulterio
o señorita de entre quince y cuarenta
(si no los aparenta)....

Hitomi dijo...

Podrán buscarse amantes de ocasión
cuando la decadencia lo aconseje
que traigan referencias
y se dejen ganar al dominó...

A las interesadas aseguro
máxima indiscreción, ninguna prisa,
buena conversación, besos con risas
y noches sin futuro...


Cartas, al bulevar del mal vivir
también llamado de los sueños rotos,
adjunte un par de fotos
de frente y de perfil,
a vuelta de correo irá la mía
con pose de poeta parnasiano
ufano de tenerla todavía
más larga que Cyrano
de Bergerac...

Anónimo dijo...

Si te turba medroso en la alta noche tu corazón,
al sentir en tus labios un aliento
abrasador,
sabe que, aunque invisible, al lado tuyo...
respiro yo.


***********************************

::::y sin embargo cuando duermo sin ti...
contigo sueño::::

Mara Santibáñez dijo...

(me da un poco de pudor sumarme a estos comentario)

jejej

pero si, no hay abrazos, y cuando los hay, son tiesos, duros, curiosos...

Me reí kilos con tu comentario sobre la cuchara y el tenedor. Ahora entiendo el calibre de tu comentario.
Parece que ha cuatro meses de llegado, la cosa se está poniendo dificil!!! jejejej
y sin abrazos no hay gracia poh!

en fin, te envidio profundamente tus viajes.
Paris no me deja viajar, es terrible y hasta absurdo, pero no tengo cómo ni cuando viajar. Al menos por todo febrero que preparo como loca la exposición y liuego todo marzo qye no sé qué y luego todo mayo que no sé que habrá.
Un abrazo, a lo chilenos, con cuerpo que pesa y que parece dejarse caer en los brazos.
saludos

Anónimo dijo...

...no saben abrazar porque nisiquiera en su vocabulario existe esa palabra... je t´embrasse (un beso y un abrazo) el concepto de abrazo no existe para los franceses (tema de larga discusión con franceses y de verdad no existe como para nosotros) no saben abrazar porque no saben entregar amor sin razón... yo tb me quedé muda de muchos abrazos y cuando quise pedir uno... no encontre la palabra (jo)