lunes, abril 16, 2007

Miramas… ici… Miramas…


Dos tardes en la semana mis jornadas laborales se desarrollaban en este pueblo, el cual no aparenta interés alguno como destino digno de ser conocido. Es un lugar de paso, un punto de cierta relevancia dentro de la red de transporte regional.

Mi rutina primero se debatía sobre el medio para llegar a Miramas: tomar el bus (la manera más rápida y cercana a mi casa), tomar el tren (más lejos de mi casa, pero donde normalmente me iba sin pagar), o eventualmente ser llevado por Véronique, una profesora de español. Y no faltaron las ocasiones en que fallaban simultáneamente las 3 vías, porque la frecuencia de transporte público no es mucha, y en particular el tren muchas veces pasaba con retraso por problemas técnicos o las infaltables huelgas.

Una vez llegado a la estación de Miramas, debía caminar por una especie de pueblo fantasma que a esa hora tenía casi todos sus negocios cerrados. La avenida Charles de Gaulle cambiando totalmente su pavimento… a un ritmo que no supera la cuadra mensual (no estoy exagerando, es la pura y santa verdad), pero el resultado es bastante mejor que la Alameda de Santiago.

Luego de unos 10 minutos de caminata se puede divisar el Liceo Jean Cocteau: una inmensa mole café que se confunde con el teatro del pueblo. Mis cursos de los martes… unos “angelitos” de Terminal (4º medio) que debía preparar para el BAC (PSU en Chile). Varios de ellos eran buenos alumnos, pero otros tantos aparentaban una edad mental inferior. Ese curso tuvo su clímax una tarde en que a partir de nada, una de las alumnas se paró arriba de una mesa para realizar un strip-tease, el cual por supuesto, no fue completo. Buen recuerdo.

Mis otros angelitos eran mis alumnos de Second (2º medio), que eran muy revoltosos y desordenados, pero simpáticos al fin y al cabo, incluso bailaron y cantaron fuerte “El león”. Y mis regalones eran los de Premiere (3º medio), que además de trabajadores (bien… la mayoría, pero no todos) eran chistosos, en especial una loquita Marion que bailó conmigo “La guitarra” de los Auténticos Decadentes.

Cuento aparte eran mis clases de los viernes, donde debía preparar individualmente a alumnos para su BAC oral. Fue difícil conocerlos más porque sólo los veía una vez, a excepción de unos pocos que pude examinar una segunda vez, constatando sus avances. A algunos les hacía ver fotografías con significados complejos de descifrar, y me sentía contento cuando algunos de ellos podían establecer relaciones no evidentes, más allá de lo descriptivo.

A otros debía escucharlos e interrogarlos respecto a ciertos textos, lo cual a veces era tedioso debido a la hora “post-almuerzo” en que el cuerpo se relaja y hay que luchar contra los bostezos de una tarea físicamente pasiva. Para mí fue más interesante –y si el tiempo lo permitía- inducir una conversación más amplia, donde pudieran expresar ideas de forma libre, creo que eso los ayuda mucho para comunicarse eficazmente en otra lengua.

Y cuento aparte fue mi participación virtual en el foro de internet creado por el profesor Nieto, donde intercambiábamos ideas de toda índole con los alumnos, pero que en rigor fue en un 90% con una alumna apodada yeh shen, a quien creo conocer más que a los demás alumnos.

Así transcurrieron mis días en el liceo Cocteau, y mi regreso era otra rutina: contemplar un grandioso atardecer o caminar bajo la lluvia, pasar junto al carrito de las pizzas Jean Pierre, vuelta por la avenida en eterna construcción, pasar a la tienda de revistas, hojear mucho y comprarme alguna edición de Fotografía… salir y ver desde lejos la baliza de las pizzas Bubu… sentarme en la estación por eternos minutos esperando no quedarme dormido para no perder el bus. Así transcurrieron mis días en Miramas, lentos, pesados, simpáticos y diversos.

Otro abrazo a todos mis ex-alumnos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué puedes decir acerca del profesor Patrick Nieto?
Gracias por tu información.

Rodrigo González Lillo dijo...

Lo que pude conocer de él: una persona muy agradable, se nota que trabaja por vocación verdadera, mostrando mucha energía, iniciativa y dedicación en su quehacer.

Anónimo dijo...

Te agradezco la respuesta; el caso es que yo conocía su web de español para extranjeros por un trabajo que tuve que realizar sobre este tema y no estaba segura de si se trataba de la misma persona. Por otra parte, estaría muy interesada en la posibilidad de trabajar como asistente de español en Francia. Yo vivo en el norte de España y soy profesora de francés y de español. No sé si me podrías hablar de los requisitos que hay que cumplir para optar a ese trabajo.
En todo caso, gracias y enhorabuena por tu blog y por el trabajo que haces.

Rodrigo González Lillo dijo...

El gobierno de cada país tiene su convenio propio con el gobierno francés para estos trabajos. En particular, España es el país que tiene la mayor delegación de asistentes de español en Francia, y probablemente es el convenio más antiguo de entre todos los países hispanohablantes.

Los requisitos serán diferentes a los míos, pues cada país pone sus reglas para la selección de sus asistentes. Pero si eres profesora de español y francés, y no tienes más de "treintaytantos", probablemente tienes el perfil perfecto para ser seleccionada.

Averigua en el ministerio de educación (o entidad equivalente) de España sobre los requisitos. O en segunda instancia, averigua en el rectorado de la academia francesa que sea de tu interés, aunque esta vía es más difícil y estrecha.

De todas formas, será mucho más fácil para ti que para cualquier americano, pues estás dentro de la Unión Europea, y por ende una vez seleccionada los trámites son mínimos, a la vez que tienes una cercanía geográfica envidiable.

Suerte.