Porque cada día puede ser un viaje... comparto mis anécdotas, los encuentros y desencuentros culturales, mis registros fotográficos y audiovisuales, y las reflexiones sobre la vida en CHILE, una larga estadía en FRANCIA y algunos viajecillos a ESPAÑA , INGLATERRA y ARGENTINA.
Hacía mucho que no dejaba pasar tanto tiempo sin publicar, pero situaciones algo estresantes me obligaron a poner toda mi atención en diversos proyectos de trabajo y asuntos familiares. Como sea, hoy fui al cine a ver La Môme (internacionalmente conocida como La vie en rose, la vida de Édith Piaf), película que me provocó una serie de emociones, las cuales me motivaron a escribir un sencillo y personal tributo a esta fenomenal intérprete de la canción francesa de la primera mitad del siglo XX.
Leer algo más y ver videos Para quienes apenas teníamos antecedentes de su vida y música, no deja de llamar la atención la serie de sufrimientos que tuvo a lo largo de su casi media centuria de dura existencia: hija de una mujer que la abandona y de un padre que no la trata con mucho cariño, criada por un tiempo en una casa de putas -paradójicamente, al parecer fue el sitio donde más dedicación tuvo-, despojada trágicamente de sus amores, y con una adicción que antes de llevarla a la muerte, la tuvo en un estado lamentable.
Aun así, pudo desarrollar una carrera artística de excelencia, gracias a una magnífica voz sin parangón, que la llevó de la tierra al cielo, del infierno a las nubes, ida y vuelta una y otra vez, desde la miseria de los suburbios de París, a los mejores escenarios de la ciudad luz y de la gran manzana. Se codeó con los grandes, con la crème de la crème. Pero sin importar quienes la rodearon, fue su gran talento el que la mantiene en nuestro imaginario. Sus interpretaciones más célebres, incluida La Marsellesa, constituyen uno de los sellos artístico-culturales que mejor representa a Francia hasta el día de hoy.
Hoy... además de sentirme pa' dentro con la soberbia intepretación de Marion Cotillard, escuchar esta música me hizo regretter (añorar) mis meses en tierras galas. Si bien en el filme, Marlene Dietrich le dice a Édith, "Me has hecho llorar, tu voz es el alma de París", mi humedad ocular no fue tanto por esta ciudad, la cual apenas conocí por 10 días. Mi corazón está ligado a recuerdos menos glamorosos y más cotidianos: a Istres y su estanque, Miramas y su avenida en eterna reparación, los liceos Arthur Rimbaud y Jean Cocteau, el camino a la estación, las casas características con sus calles de adoquines, mi hogar provisorio, mis conversaciones con Diane y el mundo que me enseñó; los adolescentes jugando en sus motos, los caminos del cielo dejados por los aviones, las tiendas de revistas con publicaciones increíbles, los viajes en tren y bus, las baguettes, los quesos. Diane, François, Véro, Sarita, Patrick, Mme. Martino, Jeanne, Janine, Antonella, Virginie, Sylvain, Karima, Cyril, Nicolas, Julie, Charlotte, Myriam, Aude, Marion, Romain y un largo etcétera... son todos ellos parte de mi recuerdo, aquél que me hace remecer cuando algo me llega al corazón con el nombre de Francia.
El día en que volví a Chile, pude ver en el avión parte de esta película, pero me fue casi imposible disfrutarla y apreciarla, pues la pantalla de mi asiento no se veía correctamente. Quedándome dormido, las canciones de la môme me despidieron de Francia, las cuales se mezclaban con los sentimientos de angustia al sentir próxima la muerte de mi tío.
Hoy sí la pude disfrutar en la gran pantalla, y fueron muchas sensaciones asociadas a una sola película. Quizás demasiadas.
Veamos algunos videos de una de sus interpretaciones más célebres, todo un himno a la vida reconstruida:
Non, je ne regrette rien - en vivo 1962
Sólo la música (grabación en estudio):
El mismo tema, dentro de la película:
TRAILER de "La Môme" (La vie en rose)
Non... Rien de rien Non... Je ne regrette rien Ni le bien qu'on m'a fait Ni le mal tout ça m'est bien égal !
Non... Rien de rien Non... Je ne regrette rien C'est payé, balayé, oublié Je me fous du passé !
Avec mes souvenirs J'ai allumé le feu Mes chagrins, mes plaisirs Je n'ai plus besoin d'eux !
Balayées les amours Avec leurs trémolos Balayés pour toujours Je repars à zéro
Non... Rien de rien Non... Je ne regrette rien Ni le bien, qu'on m'a fait Ni le mal, tout ça m'est bien égal !
Non... Rien de rien Non... Je ne regrette rien Car ma vie, car mes joies Aujourd'hui, ça commence avec toi !
(Paroles: Michel Vaucaire. Musique: Charles Dumont)
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No... nada de nada No... no me arrepiento de nada Ni del bien ni del mal que me han hecho ¡Todo eso me da igual!
No... nada de nada No... no me arrepiento de nada Está pagado, fue limpiado, olvidado ¡No estoy ni ahí con el pasado!
Con mis recuerdos yo encendí una fogata mis tristezas, mis satisfacciones ¡No necesito más de ellas!
Barridos los amores con sus trémolos Borrados para siempre yo parto desde cero.
No... nada de nada No... no me arrepiento de nada Ni del bien ni del mal que me han hecho ¡Todo eso me da igual!
No... nada de nada No... no me arrepiento de nada Porque mi vida y mis alegrías ¡Hoy comienzan contigo!
Desde hace algún tiempo, en cada cumpleaños he estado en algún lugar particular, o al menos he vivenciado muy buenas experiencias. Hasta donde recuerdo: en 2003 recibí una llamada de mi jefe para indicarme que al día siguiente partiría a Argentina a reportear los conquistadores del fin del mundo, en 2004 una amiga preparó una performance para mí, en 2005 fue mi último día en Isla Mocha antes de partir a Cañete, en 2006 hice el mejor carrete de mi vida, en 2007 viajé a Niza y viví su carnaval, y este 2008... experimenté la maravilla de la montaña, viendo Santiago desde las alturas y disfrutando de una naturaleza a la cual no muchos nos atrevemos a acceder.
Durante meses, junto a Andrés -mi socio de montaña- por diversos motivos tuvimos que posponer los planes de llegar a alguna cumbre o al menos hacer un trekking. Finalmente atrás quedaron los problemas, tuvimos el tiempo, y el itinerario fue el siguiente:
Sábado 16 de febrero de 2008
Tras juntarnos pasadas las 7 am en el sector de Escuela Militar, tomamos un taxi que nos llevó al lugar donde comenzaríamos a caminar: El antiguo Puente Ñilhue, en el kilómetro 5 del camino a Farellones, a 1000 metros sobre el nivel del mar. En dicho lugar había al menos ocho vehículos de personas que hacen total o parcialmente la misma ruta, la mayoría por el día, y portando lo mínimo. Por el contrario, nosotros íbamos apertrechados para tres días. Al peso de la carpa, cocinilla, comida y ropa de abrigo, agregué 10 kilos en equipo fotográfico y audiovisual, asunto que tornaría al trayecto en una constante lucha contra la gravedad, con la consiguiente lentitud de la marcha.
Pasadas las 9 ya estábamos bien encaminados en un sendero claramente demarcado, y durante una parada que hicimos para desayunar, se nos acercó un perrito blanco con una mancha en el ojo derecho a la manera de parche. Cachupín se tornaría en el tercer miembro de la cordada.
El Sol ya comenzaba a arreciar, y si bien cada tanto había árboles para descansar bajo su sombra, el paisaje era bastente seco, y sólo tras 2 horas de caminata pudimos llegar al único canal que podría abastecernos de agua. Con la necesidad propia del esfuerzo y para el tiempo necesario, nos cargamos cada uno con 8 litros (kilos) del vital elemento.
Cada 30 ó 40 minutos debíamos parar para aliviar los hombros de todo este peso. Con todas estas pausas, más las casi dos horas en que paramos a almorzar, la llegada a la cumbre del Alto del Naranjo (1860 msnm) la hicimos a las 18:30. Ahí armamos el campamento base, y conversamos largo rato con José Luis, otro montañista autodidacta como nosotros.
Al oscurecer nos preparamos una reponedora sopa, y mientras ésta se cocinaba, la agradable temperatura (unos 15º), más el cansancio, me invitaron a dormir un rato tendido en la tierra.
De la ciudad prácticamente no llegaban sonidos, hasta que un murmullo fuerte y constante nos hizo aguzar el oído: eran los cánticos de la barra de la Universidad Católica, provenientes del Estadio San Carlos de Apoquindo. No teníamos visión directa sobre el campo de juego, pues lo tapaba un morro, pero bastaba movilizarse unos pocos cientos de metros para acceder al espectáculo. Dicho sea de paso, ya era un espectáculo ver el paisaje nocturno de Santiago, pero dichas imágenes las reservé para la cumbre del cerro Provincia.
Domingo 17 de febrero
Tras un sueño no tan reponedor, la mañana comenzó a las 7:30 hrs.
Desayuno relajado, paseos viendo el paisaje, conversación distendida... y partida hacia la nueva cumbre. La carpa quedaría donde estaba, pues en el Provincia existe un refugio.
Al poco andar, ya veíamos tras nuestro el Alto del Naranjo, en cuya cima se apreciaba un punto de brillo metálico, que era nuestra carpa.
Al mismo tiempo, podíamos ver una contaminada ciudad:
Se veían "claramente" varios sitios capitalinos. La próxima foto es "tal cual" -contaminación incluida-. Las sucesivas tienen un proceso de ajuste de tonos, para facilitar su visualización:
Y así el mediodía llegó con toda la fuerza del Sol. Parada obligada para no desgastarse y reponer energías.
Y cuando ya casi continuábamos el rumbo, tres pájaros metálicos cruzaron silenciosamente el cielo a sólo unos metros de nosotros, para luego perderse tras las altas cumbres...
Y tras algo más de una hora de caminata, llegamos a la cumbre del cerro Provincia (2748 msnm)
Y al fin llegando al refugio de Protege, la asociación de municipalidades con cordillera de la región metropolitana.
La carpa nos espera en el Naranjo, en una cota mil metros más baja.
Luego, los momentos más esperados de la jornada: atardecer y noche
Bajo la Luna, el cerro el Plomo. A la derecha, las luces de El Colorado, La Parva y Farellones.
Tras una agotadora jornada, a dormir al refugio, con Cachupín a los pies de mi saco, al igual que en la noche anterior.
Lunes 18 de febrero
A las 6:20 hrs. se inicia nuestro día, donde más de una hora será solamente para apreciar el amanecer junto a unos visitantes equinos. En la siguiente fotografía vemos a Venus y Mercurio sobresaliendo en el cielo.
Después del éxtasis de presenciar un paisaje iluminado de esta manera, comenzamos el agotador descenso que nos tardaría muchas horas.
La intensidad del esfuerzo hizo que paulatinamente llegara la fatiga, en especial a la hora en que el Sol no perdona, sumado a la falta de agua que nos tenía deshidratados. Felizmente, llegamos al canal donde pudimos recobrar parte de nuestras fuerzas.
Fue el primer cerro en mucho tiempo, para dos montañistas con poco equipo y ningún curso encima. Fue tirarse a los leones de inmediato, al menos en lo que respecta a esfuerzo y resistencia física, pues técnicamente no es complejo. Nos quedaron varias lecciones para las próximas ascensiones, el gusto único de haber estado ahí, la alegría del logro, y la intranquilidad y tristeza de habernos separado de nuestro fiel Cachupín, que una vez en Puente Ñilhue no quiso acompañarnos a Santiago. Espero que el cerro sea su hábitat, y que dentro de éste pueda desarrollar algo parecido a lo que entendemos por felicidad, al menos en su escala perruna.
Tal como en una mañana de enero de los últimos 5 años, el pasado domingo 27 se desarrolló en Barcelona la manifestación "Sin Piel", en la cual unas 150 personas se reunieron para protestar contra la industria peletera, asunto que tiene bastante fundamento si consideramos los avances de los textiles sintéticos, los que convierten a la peletería en una actividad innecesaria y cruel.
¿Cuántas vidas para un abrigo? Decía el cartel llevado por una mujer, la única que se mantenía sentada junto a los demás cuerpos desnudos que simulaban estar muertos y chorreados de sangre.
Y nuevamente... una de las cabecillas fue mi amiga chilena Fabiola Leyton, que hace un año fue entrevistada por Las Últimas Noticias con motivo de este mismo evento.
Para el próximo año espero ser yo quien haga el video y tome las fotos :-)
Dentro del marco del Festival de Teatro Santiago a mil, se desarrolló en distintas ciudades chilenas este desfile inspirado en la mitología chilota y selknam. Fue así como entre artistas y muñecos pudimos ver al Trauco, la Pincoya, el Camahueto, el Caleuche, y tantos otros. Los saltos y la alegría se tomaron la Plaza de Armas de Santiago por unos minutos. Lo malo: espectáculo de corta duración para las expectativas formadas durante una hora de espera (una hora de atraso). También se desarrolló muy tarde, en una ciudad donde sabemos que la movilización pública es deficiente.
Luego del carnaval se presentó la agrupación francesa Les balayeurs du désert, los mismos que ponen música a las obras de Royal De Luxe y su conocida "Pequeña Gigante". Si bien su intención era encender los ánimos de un público ávido de carnaval -y en parte lo lograron-, a mí aún no me convence ningún músico francés en la animación de este tipo de eventos. Pero al menos... sólo era un carnavalito.
Una noche hace un par de semanas, buscando que ver en TV, me encontré con un nuevo reality show en canal 13. Autodefinido más bien como un Dating Show, y bautizado como "Amor ciego", trata de una veintena de jóvenes que compiten por conquistar el amor de una mujer, quien mediante distintas pruebas va eliminando uno a uno a quienes no satisfacen su gusto.
Y si bien un programa de este tipo no tiene más pretensiones que entretener lo que dure, me llama mucho la atención el comentario generalizado respecto a lo feos que serían los varones pretendientes de esta chica guapa. Puede que sea cierto -no me interesa ser jurado de un concurso de belleza masculina-, pero aún así es innegable que cualquiera de esos individuos podrías verlo en la calle o sentado en el metro, parece una de las pocas veces en que un grupo de gente "NORMAL" llega a la televisión chilena, donde por cierto, lo "NORMAL" es ver sonrisas perfectas y cuerpos esculpidos religiosamente en un gimnasio. Seguir leyendo y ver fotos de chicas lindas
En mi condición de "observador de la realidad" -como cineasta documental-, no deja de impresionarme lo incómoda que se siente mucha gente viéndose a sí misma o a pares más representativos. En lo que a mí parece ser un reflejo social mucho más fiel del varón chileno, los comentarios burlescos creo que son finalmente tanto para las mismas personas que los realizan, como para su entorno cercano, en una extensión e identificación negada que es digna de un estudio psicológico.
Es cierto que es mucho más agradable estar en presencia de una persona que sentimos atractiva, asunto que probablemente no tenemos día a día, entonces buscamos esta presencia en la imagen televisiva, sobrecargada de hermosura y calentura. Esta especie de frustración social producida en nuestra cultura de consumo desmesurado de imágenes, al parecer descoloca a una buena parte cuando la "normalidad" del día a día se va a la pantalla bajo contextos poco habituales. Al parecer molesta -o al menos incomoda- que la TV se transforme en espejo en momentos que queremos ilusión.
Sobre los participantes de este reality (y todos los realities en mayor o menor medida), más que su aspecto físico es notable el alto nivel de histeria en cada uno, al poner en el plano público masivo, lo que normalmente queda en el plano privado. Especialmente en éste, plagado de declaraciones de amor, regalos cursis y pruebas ridículas.
Como sea... la imagen de belleza física sensual arquetípica nos sigue y nos seguirá gustando, y luego de ver el primer programa de "Amor ciego" me pregunté de dónde conocía a la protagonista, Carolina Bastías. Y al par de días recordé que ella fue -en alguna oportunidad al menos- promotora de las carreras de la Fórmula Fiat, en Las Vizcachas, y que incluso hacía muchos meses tenía una fotografía suya publicada en mi sección de servicios profesionales.
Disfruten de algunas imágenes de belleza arquetípica, con Carolina y sus colegas (ella se ve un poco cambiada respecto a la tele, especialmente por el cabello y tono de piel donde se nota la producción televisiva).
...Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis sueños va ligero de equipaje, sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje, luciendo los tatuajes de un pasado bucanero, de un velero al abordaje, de un no te quiero querer.