González Cuevas
¿Por qué suceden las cosas?
Anoche vino de visita a casa mi socio San Martín, uno de los connotados de Distancia Focal. Hasta altas horas de la madrugada, arreglamos el mundo de la Fotografía y la Multimedia junto a unas chelas y un ron. Muchas ideas en el ambiente, lineamientos de proyectos y casi una sesión de terapia en que escuché muchas veces “si tú quieres hacerlo con todo tu corazón, vas a lograrlo y vivirás de ello”.
Tras dicha dosis de catarsis multimedial y levantamiento anímico, hoy sábado asistí a un evento de “puertas abiertas” realizado simultáneamente en los Institutos Chileno-Francés, Italiano de Cultura, Chileno-Británico y en el Goethe Institut. Al ir a cualquiera de ellos, era posible informarse de los cursos de los cuatro idiomas, como también participar de “clases express” de 40 minutos. Fue una experiencia gratificante darme cuenta que sigo comprendiendo bien el inglés académico, que en francés básico no me quedo atrás, que el italiano también quisiera aprender, y que el alemán es de las últimas lenguas del mundo que quisiera conocer. La pasé bien. Fui solo, como casi todas las cosas que hago.
Una vez finalizadas las clases, cada instituto sorteaba un curso del idioma respectivo. Yo estaba en el Chileno-Francés, y junto a las palabras formales que en este tipo de actividad entrega un director, anunció el momento tan esperado. Y así fue… una niña se ofreció para sacar el nombre ganador… que resulté ser yo. Por X-ava vez en mi vida ganaba un concurso o sorteo, ya no me extrañaba, pero sí me alegró mucho, felicidad que se acentúa cuando los apremios económicos convierten este simple acto de azar en un paso más para tener un mejor retorno a Europa.
Fotos de ganador junto al director y otras personas del ICF, cóctel con quesos que me hicieron recordar mi vida de los últimos meses, y sanguchitos de palta que remarcaban donde me encuentro ahora. Un cantante acompañado de un guitarrista interpretaron un repertorio en francés, con algunas canciones medio cursilonas, pero que en algún momento me abstrajeron de la sala donde me encontraba y me condujeron a instantes por calles de Marsella, París, Toulouse, Lyon… Istres… Miramas. Mis ojos con una incipiente humedad extra me hicieron despertar para no hacer el loco.
Cuando salí del Instituto ya era de noche. La sonrisa no me la borraba nadie. Aquello que había deseado tanto, se presentó esta tarde por azar. Ahora debo inscribirme en el nivel intermedio de cursos de francés, y además me iniciaré al italiano.
¿Por qué sucederán las cosas como suceden?
5 comentarios:
Nada sucede al azar, todo siempre es por una buena razón..
Mis felicitaciones.
Que suerte!, sacale eljugo al curso y sobretodo mantén contacto con franceses o personas que lo hablen. Tienen una mediateca con muchas peliculas francesas.
Yo tampoco estudiaria aleman...Ingles, espanol, francés y chino o japones!
Jajajaja o sea que, si infiero bien, después de tu curso de franchute te vienes de nuevo por el rancio continente... espero que pases por Barcelona cuando no tenga tanta pega :-P para poder salir dignamente...
personalmente el alemán es mi tema pendiente... algún dia, porque de momento el doctorado ME TIENE POR LOS PELOS :-)
un abrazo loquillo, espero verte en agosto o septiembre por allá!
la media cueita...
Las cosas suceden como suceden en la medida que las buscamos también........felicitaciones
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