lunes, febrero 26, 2007

¿Qué queréis? Aprendí a malvivir del cuento


Cansado de los besos que no me dabas,
lívido por exceso de sangre fría,
desanudé los nudos que amordazaban
la boca del embudo de la alegría.

Por qué invertir en latas de sopa boba
es como barnizar el propio ataúd,
te hubiera dado más de lo que me robas
le dije al norte cuando me fui pa´l sur.

Con dos o tres metáforas en la nuca
y una gota de plomo en el lacrimal,
mi dueto del cuá-cuá con el pato Lucas
rodó por los baretos de la ciudad.

¿Qué queréis?, aprendí a malvivir del cuento
pintando autorretratos al portador,
si faltan emociones me las invento,
la madrugada no tiene corazón.

La salsa de tomate de las heridas
se corta con un chute de vanidad,
los pájaros no saben de despedidas
ni dejan prisioneros cuando se van.

La cresta de los gallos sin gallinero
pa´l caldo del puchero del día después,
ayer no me querías, hoy no te quiero,
mañana no tendremos a quien querer.

Con dos o tres carámbanos en las tripas
y un billete de ida a ningún lugar,
mi jeta, mi bombín y mi buena pipa
me abrieron las ventanas del más acá.

No os paséis con la ley “dímelo en la calle”
le dijo qué sé yo a ciudadano quién,
a falta de sustancia sobran detalles,
de la estación de Francia ya sale el tren.

¿Qué queréis?, aprendí a malvivir del cuento
pintando autorretratos al portador,
si faltan emociones me las invento,
la madrugada no tiene corazón.

(Joaquín Sabina)

sábado, febrero 24, 2007

Cerrado por derribo



Hace exactamente 5 meses que llegué a Francia, y me restan algo menos de 3 para que esté volviendo a Chile.
Hace 5 meses estaba sentado donde mismo, escribiendo para avisar que llegué bien. Antes de eso todo era incierto, no sabía cómo era esta ciudad, no sabía cómo era la gente ni cómo era el lugar donde viviría. ¿Ahora lo sé? Probablemente en parte.

En 3 meses debería estar de nuevo en Santiago... y sé cómo es por allá. Y no me veo, por ahora no me veo. Me aburrí de escribir... por ahora se acabó.

Mañana me largo a España.

CERRADO POR DERRIBO. Hasta nuevo aviso.

lunes, febrero 05, 2007

Precariedad


Algunas veces vuelo
y otras veces
me arrastro demasiado a ras del suelo…
Algunas madrugadas me desvelo
y ando como un gato en celo
patrullando la ciudad…
en busca de una gatita,
en esa hora maldita
en que los bares a punto están de cerrar,
cuando el alma necesita
un cuerpo que acariciar.


Era imperativo salir hoy, tenía ganas de correr para descargar mis tensiones emocionales, como acostumbro hacer en Santiago. Pero el frío me lo impidió. Entonces salí a patrullar la ciudad, y me encontré con el cine de Istres. Entré a ver Rocky Balboa, una mala película que tiene el legado de un mito, una serie de películas idénticas una de otra, pero que aún eriza los pelos cuando se escucha la música.

No era tan mala como para quedarse dormido, como sí me sucedió hace 6 años viendo “El placer de estar contigo” en el Normandie. Al menos fueron un par de minutos, una tarde después de una ardua jornada laboral, en una cita que terminaría… en una historia… una historia más.

Por estos lados, “el placer de estar contigo” es algo bien complejo, y si bien no me gusta generalizar, los franceses son personas notoriamente más frías que los chilenos. La barrera invisible se torna más gruesa porque no saben abrazar… sencillamente no lo hacen.

Hoy tuve ganas de abrazar a una francesa que en pocas frases me contó algo terrible de su vida, pero la impotencia de la barrera cultural no me lo permitió… tuve que tragarme la empatía, revolverla en el estómago y desear salir corriendo por no poder hacer más nada.

Y recordé a una amiga que le pasó algo similar… y recordé aquella que se llamaba como la de hoy, y que ocupaba sus días en hacer lo que ella pretende… y recordé el Paciente Inglés y la letra de su novela… y recordé lo efímero de la vida, y lo frágil de los lazos cuando no estás ni aquí ni allá… y cuando no hay abrazos.

Como quien viaja a lomo
de una yegua sombría
por la ciudad camino…
no preguntéis adónde.

Busco acaso un encuentro
que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas
que niegan lo que esconden. (J. Sabina)

viernes, febrero 02, 2007

Bordeaux

Bueee….. la verdad ya estoy un tanto lateado de contar cada cosa de mi viaje. Así que seré bien corto y preciso: viernes 5 de enero a eso del mediodía llegué a Bordeaux, donde me esperaba Marlene, otra asistente de español chilena, que además es pintora. Me quedé en su hogar por un par de días… me acompañó a pasear por la ciudad en más de una oportunidad… en otras salí solo… tomé muchas fotos (vaya novedad). La ciudad no era cuan grande me la esperaba, pero igual tiene su encanto (yo le encuentro encanto a todos los lugares parece). El sábado en la noche fuimos a carretear donde Tamara, otra asistente que vive con su novio compositor y pianista. Buena onda, muchas cervezas y demasiada conversa arreglando el mundo del arte.

El domingo 7 (jaja), luego de dormir sólo un par de horas (otra novedad), partí rumbo a Marsella y luego a Istres, en unas 8 horas de viaje. La semana siguiente sería para tomar vacaciones de mis vacaciones.

En fin… demasiado bueno todo lo vivido en estas dos semanas. ¡Salú por eso!


















miércoles, enero 31, 2007

Bretaña


Tras un viaje de algo más de una hora, el avión llegó al aeropuerto Charles de Gaulle de Paris. La avalancha de vuelos que llegaba esa tarde del 31 de diciembre pasó un relajado control fronterizo… esta vez no timbraron mi pasaporte, creo que hasta podría haber estado vencido y habría vuelto a Francia sin problemas.

Tras 2 horas de viaje en trenes y metros, pude llegar a la Gare de Montparnasse y tomar el tren que me conduciría a Quimper, ciudad ubicada al extremo noroeste de Francia, en la región de la Bretaña. Luego a esperar una hora… y viajar casi 4 más, en las cuales creo haber conciliado algunos minutos de sueño, llegué a la estación de la citada ciudad, donde me esperaba Paula, una chilena amiga de mi amiga Sandra.

Un abrazo de chilenos… de esos que no se ven por acá, y a viajar una hora más en auto para llegar a su casa en Plouhinec, para darme una rápida ducha y partir a la despedida del año viejo.

Pasadas las 23 horas llegamos a casa de Natalie y Joel, un muy agradable matrimonio de bretones que tenían su casa llena de invitados para el carrete. Fui presentado uno a uno, comimos un rico pescado (Joel es pescador) y tomamos mucho vino. Se me acercó a conversar una azafata muy simpática que hablaba como cinco idiomas, castellano incluido.

¡Las 12! Bonne Année! Bonne Année! …¿Y los abrazos?... No hay no ma’. Un apretón de manos y dos besos. El entusiasmo no para, y empezamos a bailar. Comenzaron los ritmos que se danzan “como quieras”… y al rato suenan los merengues y las salsas… y si yo pensaba que soy tieso para estos menesteres, los franceses parecían una familia de Robocop, jajajaja. Entonces, los chilenos se separan en las danzas, y al rato cada quien estaba dando clases de salsa. Dicen que en el país de los ciegos, el tuerto es el rey, jejeje.

El asunto empieza a degenerar… y lo que partió como salsa se transforma en un baile bretón, donde todos formábamos una ronda tomados de los dedos meñiques, mientras alguien pasaba al centro y elegía a un compañero de baile, con quien debía darse un par de besitos en las mejillas, y cambiar de pareja… entretenido el asunto.

Por ahí andan los hijos de Paula, que hablan francés y castellano con una fluidez envidiable. También bailo con ellos y nos matamos de la risa… sigue el carrete hasta que el cansancio del viaje me obligó a sentarme largos minutos en un cómodo sofá… y alrededor de las 5 estábamos volviendo a casa de Paula.

El 1 de enero fue un día vegetativo, la caña no dejaba levantar el cuerpo, y a lo más debo haber visto un rato de tele con los niños.

El segundo día, ya todos más repuestos, Paula llama a una amiga para que saque a pasear, porque ella no podía salir a causa de su niña más pequeña. Al rato llega Laura, una española muy simpática, que en dos jornadas me llevaría a conocer los alrededores, contándome las historias respectivas como buena guía turística.

Así, aquí podemos ver algunos menires de Plouhinec, tumbas mortuorias del paleolítico, y que abundan en esta región de Francia:



Un poco más allá se ve el pueblo y la larga costa, que me recuerda el litoral del sur de Chile.


Seguimos por Plouhinec, y luego hacia Audiarne, y veo las construcciones tradicionales de piedras, y la mezcla de símbolos cristianos y celtas. El culto a Jesús de Nazareth, al sol y a la fecundidad de la madre tierra. Algún parecido con América es mera coincidencia. Nótese el techo de paja en la foto panorámica.


La iglesia de Pont Croix



Quimper: centro y casco viejo

Algunas cosas a notar en las fotos:
- Construcciones con pisos que crecen hacia la calle, porque cuando se hicieron, el impuesto era por uso del suelo, y así ganaban espacio sin pagar por ello.
- Cerámica bretona tradicional. Linda, pero carísima.
- Una tradición popular es que cuando nace un bebé, se le regala un plato o tazón con su nombre… lo que también puede ser un buen souvenir. No pude encontrar RODRIGO, pero sí otros nombres…
- La bandera del graffiti (también en portada de este artículo), es la bandera bretona.


******Locronan:_la_ciudad_medieval********

Cuando en la segunda jornada ya casi era de noche, llegamos a esta ciudad donde se ha rodado más de alguna película ambientada siglos atrás.



*****************Último_día_nadie_se_enoja******************

Para mi cuarto y último día en la región, Paula pudo dejar a su hija menor en una guardería, y junto a ella, los dos niños y Natalie (la anfitriona de año nuevo). Fuimos a recorrer la costa cercana, viendo a lo lejos como Joel trabajaba en la pesca del róbalo. Luego fuimos a buscarlo al puerto de Douarnenez.

Acompañé a Joel a guardar el pescado al frigorífico, observé el proceso y como etiquetan los pescados con la identificación de cada pescador, una especie de certificación de calidad por haber sido capturado de manera artesanal.

Finalmente nos juntamos con los demás, compartimos otro rato en una grata conversación donde me burlaba de Paula porque le gustan los Quincheros (vaya forma de explicar esto en francés, jeje).

Et voilà… mi breve paso por la Bretaña. Al otro día mi tren salía a las 7:20 desde Quimper rumbo a Bordeaux; a madrugar nuevamente.


********************CRÉDITOS_(y_agradecimientos):
Producción en Chile: Sandra Leyton
Producción en Francia: Paula Campos, Laura Delgado, Natalie, Joel
Fotografía y Guión: Rodrigo… un chileno en Francia.