(PARÉNTESIS): A un año de la certeza primera
Se acaba enero, y hace un año en este mismo día estaba en el Café Escondido con mis compañeros del estival curso de Francés, celebrando el término del mismo. Fue también esa mañana que me llamaron para informarme que estaba seleccionado en el Programa de Asistentes de Español. No cabía en mí de felicidad, y hubo al menos un brindis esa tarde para desearme suerte… un compañero y una compañera abrazados, un pastel dando la lata, un profe bueno pa’ la talla, un flaco piola, dos lolas iniciando su amistad, un cabro chico sintiéndose grande, una nortina y su primo, un meón del Forestal… y una cerveza derramada. “Saco e’uea!” le dice el cabro chico al pastel. Nunca estuvieron la modelo argentina, el macabeo del tambor, el temprano desertor, el misógino ni los pololos.
Un año de la certeza que me traería donde estoy ahora. Un año también de haber subido un cerro con mi socio Andrés y deslizarme en la nieve en pleno verano. Ahora no tengo calor ni nieve, y quisiera más lo primero que lo segundo… sobretodo humano.
Siento que las horas se me van entre los dedos como la cerveza derramada esa tarde, quiero hacer tantas cosas, y a la vez disfrutar cada minuto de estadía. Estoy conectado a Chile, pero no pegado… y ya empieza a espantarme la idea de volver a Santiago y sentir la nostalgia de estos grandiosos meses. Por la cresta… que rápido pasa el tiempo.
6 comentarios:
Aún te quedan unos meses para regresar, aprovecha eso.. cuando vuelvas recordarás siempre con nostalgia todo lo vivido ahí, pero debes mantenerlo siempre en tu corazón como una hermosa experiencia.
Quizás algo te haga retomar tus conexiones con este país, nunca se sabe.
Un besito a la distancia.
¿Quién sabe? Quizás vuelves a Francia en un tiempo más y te casas con la mujer de mi sueño, y felices por siempre... :P
Un beso.
No olvides que la felicidad está dónde uno esté... junto a aquellos que ama.
Un gran beso,
Colette
Siempre esta la opción de quedarse...
C.R
Sabias que hace un anho no nos conociamos?
Los cruces de caminos van y vienen todo el tiempo.
Los pasajeros quedan en el recuerdo como parte de nuestra historia. Los que quedan... esos son los que realmente valen.
Saludos a la distancia compadre.
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