domingo, octubre 15, 2006

Fotografiar lo que amas y lo que odias

A algún profe de foto, probablemente Marinello (nunca me hizo clases, pero más de alguna vez le he escuchado ideas que me quedan grabadas), le oí decir que normalmente se fotografía tanto lo que amas (esencialmente, la belleza de las cosas), como lo que odias. Esto último se acerca a la foto-denuncia, y cobró especial atención en los 80 cuando los fotógrafos de la AFI se jugaban el pellejo para mostrar lo que la dictadura no quería dar a conocer.

Ayer sábado fui con algo de susto a presenciar una de las costumbres que detesto: una corrida de toros. Si bien podemos alimentarnos de animales, no concibo que los usemos como objeto de entretención gratuita, menos aún si se trata de estresarlo y violentarlo físicamente.

No hay mucho que contar. Istres cuenta con una arena para tales efectos. Las tradiciones taurinas se expandieron desde España al sur de Francia. El “espectáculo” comienza cuando el toro aparece en escena, eufórico y arremetiendo contra todo. Entonces, lo que hay que hacer antes que el torero se luzca es… cansar al toro. Así les resulta más fácil (así cualquiera!). Tomé más de 200 fotos… es innegable que el tema resulta atractivo visualmente… grandes de las foto, como Ernst Haas, han hecho grandes obras sobre el tema. Que decir de los grabados de Goya. ¿Vale la pena que haya ido a presenciar la inspiración de estos grandes? No lo sé. Sólo sé que había que verlo. Al menos esta tarde, con toreros jóvenes y entrada liberada. Los famosos, por la noche… a 25 euros la entrada… ¡Nica!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Corrida de toros… reflejo de la pequeñez del ser humano… ¿o inhumano?... mejor dejémoslo en la pequeñez del hombre… nada más violento que celebraciones sustentadas en el sufrimiento… “fiestas taurinas”… ¿la fiesta de quién me pregunto yo?... ¿qué se celebra?... ¿la hombría del torero?... ¿la vanidad del hombre?.. ¿qué?...
El paño rojo que agita el torero es el anuncio de lo que esto es… violencia terminada en sangre… anuncio que el toro no advierte, pues afortunadamente, no ve en colores… la violencia en colores es peor…
¿Inspiración de grandes artistas como Goya?... no sé hasta qué punto… Goya pintó corridas de toros, primero porque era un tema que vendía… y segundo y en lo que finalmente se quedó, en la DENUNCIA… tanto, que sus últimas estampas casi no se vendieron, porque resaltaban la violencia del acto… como la gran temática de la pintura de Goya… que no se agota de denunciar la estupidez, la vanidad, la soberbia y crueldad humana…para Goya las corridas de toro representaban lo más cruel que le tocó vivir… la Guerra… los desastres de la guerra. “La verdad está muerta”, escribió en un grabado, pero quienes le preguntaron por qué razón pintaba tales horrores, Goya les respondió:
“Para pedir eternamente a los hombres que no sean bárbaros.”
Entonces la inspiración no proviene de las corridas de toros, proviene de la convicción de denunciar la crueldad del hombre…
Me quedo pensando y sintiendo que el ser humano se mueve entre torero y toro, torero cuando se solaza en su vanidad y prepotencia escondida en un bello traje o en palabras de aparente cortesía… y toro cuando es violentado por el paño de la crueldad y violencia cotidiana… Hay miles de formas de ser crueles y violentos… no sólo existe la violencia física… hay violencia verbal, de imágenes, de silencios… de gestos… de miradas… de omisiones… huelgan las formas de ser crueles y violentos… y huelgan también los que son violentados a propósito de nada y para nada…
Si los seres “humanos”… no respetan la vida humana… ¿qué queda para nuestros amigos, los animales?... ¿quién es más animal?... tal vez encontremos la respuesta en los más de 200 registros fotográficos de las corridas de toros en Istres…

Anónimo dijo...

Pues sí, en el sur de Francia existen muchos aficionados y se celebran en Nîmes o Arles ferias importantes.

Personalmente, nunca vi una faena de muerte. No me interesa, punto.

Nosotros, profesores de español, tenemos que abordar este punto cultural típico en el mundo hispánico. Y casi siempre se termina la clase con un debate aunque los pro sean ultraminoritarios. Y me preguntan a mí : objetivamente, les digo que ese rito forma parte de una identidad y que si se debe abandonar, lo deben abandonar los pertenecientes de esa cultura.
Y que hay que cuidar de no intervenir en la cultura del otro : conocer tener una opinión sí, pero obligar al otro ...
Pues, como francés, no me gusta, por ejemplo, que los estadounidenes se metan en que comemos quesos no pasteurizados y yo, no les voy a obligar a que dejen legalizadas las armas. Conozco y tengo mi opinión.

Ahora entiendo perfectamente que personas estén chocadas por ritos ajenos que no corresponden a su propia moral.